martes, 19 de mayo de 2009


A la mañana siguiente todo la parecía un sueño. Como si nada de lo que sucedió ayer hubiera ocurrido. Se vistió y salió a la calle, buscando la nada y queriendo encontrar todo. El sol golpeaba su cara de mala manera, sacó sus gafas de sol para protegerse, para volver a poner sus ojos en la oscuridad en la que vivía dia a dia. Caminó decisiva hacia las vías de tren que quedaban en el parque de su supuesto sueño, por la parte de atrás de éste. Miraba hacia el suelo, observando el color óxido de los raíles, la forma, las piedritas que había entre ellos... la absurdez de encontrar la belleza para relajarse, para pegarle un tiro en la cabeza a la tensión que la atrapó desde que puso un pie en la calle hasta ese mismo instante. Se apoyó en un arbol. Por un momento alzó las manos, sujetando el cielo que parecía que se le venía encima; una transparente lágrima asomaba por su mejilla... y gritó ¡NO! Abrazada a sus rodillas se quedó apoyada en el arbol... otra vez; otra vez le perseguía ese factor que tanto odiaba padecer; ese virus que deja vulnerable al mas poderoso; otra vez el miedo... Como si la estuviera rasgando el corazón lenta y pausadamente, como si le prendieran fuego a su alma con la inseguridad que la acompañaba de la mano de vuelta a casa. Otra vez el miedo a que la encontrara.... y él ya lo había hecho. Lo peor de todo... es que ella lo sabía.

El titulo mas adelante, aunque tengo una ligera idea de por donde va a tirar esto. No sé cuantos lo entenderán (tu no Chemi, eso lo tengo asumido). Me acordé de esta frase por vos (ya que no te gusta que te diga "ti") Blito: Es hermoso ver los lazos que guarda el ser humano en su cajita particular (de amistad, de amor, de felicidad...), mas hermoso es ver como me entregaste el mas importante de todos, amigo mio. Si, el beso de hoy va para tí.
Saludos a todos.

domingo, 3 de mayo de 2009


El viento golpeaba su cara con fuerza, como si de un huracán se tratara. Llevaba la chaqueta abierta por abajo y el bajo le bailaba con las ráfagas de aire, al igual que su larga melena oscura. Al cielo le dió por teñirse de un color grisáceo, del mas puro estilo del cúmulo de humo de varios cigarrillos; cigarrillos que recién se acababa de fumar apoyada en la parada de bus. No soporta la espera. Cruza la acera y se acerca al parque, se siente observada pero prefiere que no capten su presentimiento. Gafas de sol y el cuarto cigarro prendido en sus carnosos labios. Con sorprendente agilidad desapareció, o eso pensaron sus observadores. A los pocos minutos, un río de sangre decoraba la tierra casi humedecida por la lluvia. Bajó del árbol donde observaba a sus francos tiradores tras finalizar su trabajo de autoprotegerse. Ella sabía quien la buscaba, por qué la buscaba y cómo la quería, y no precisamente caminando como hacía ahora. Arrojó el cigarrillo hacia atrás con soltura, como si nada hubiera pasado, mientras su silueta se evaporaba en la neblina que iba apareciendo. De fondo alaridos de sirenas se acercaban al lugar donde minutos antes había estado. Se camufló en un café, se sentó mientras esperaba que le sirvieran un cremoso batido de chocolate con menta que pidió en la barra. Esperaba. No soporta la espera.


Quisiera hacer una historia de este comienzo, aunque no sé si se entenderá por donde quiero ir; para los que me conocen lo mismo no les es tan complicado. Tenía tiempo sin escribir... quizá no lo abandone tanto de nuevo. Sé que suena pesado, pero agradezco mucho a quienes leen y comentan xq es lo que me da la obligacion de seguir esribiendo aqui. Saludos.

P.D: aun no sé que título le daré... igual al tiempo lo cambio.