miércoles, 25 de noviembre de 2009


Comenzaba a anochecer en su alma. No tenia sábana con la que cubrir el frío que sentía. Se había negado a establecer una amistad con su corazón y éste había desistido de más intentos. La rodeaba un aura de soledad que la dejaba cada minuto que pasaba mas intranquila; no quería mas sufrimiento, no quería bañarse más en lágrimas; así que poco a poco se iba acercando a esa soledad que perjuraba ser su mejor amiga y aliada. Un día, después de un largo viaje, su alma retomó viejas costumbres, intentó sumergirse en amistades de verdad para alejarse un poco de esa soledad que la iba invadiendo cada vez mas y de la que no acababa de fiarse. Y entonces... voló. Se alzó hasta casi salir del propio cuerpo. Le llegó una onda vibratoria de una voz que la dejó prácticamente paralizada en lo mas alto. La provocación continua de las palabras de esa voz se convirtió en un reto para ella por saber quien estaba detrás de esa osadía. Y sin darse cuenta, su alma comenzó a sentir mas que curiosidad. A veces anhelaba esa voz que la emborrachaba de ternura. Conocía la existencia de una dueña de esa voz... eso llevó al alma a acorazarse una vez más, pero se negaba a volver a intimar con la soledad. Tampoco quería confiarse para sentirse rasgada luego, asi que tomó la prudencia de la mano y siguió para delante. Pasaban los días y cada vez extrañaba mas esa voz, esas conversaciones cortas (para ella) pero no para el reloj. Definitivamente regresó para charlar un rato con el corazón... y éste brillaba como la mismísima plata al sol. Se habían enamorado de lo mismo, por una vez se pusieron de acuerdo. Para su sorpresa, esa voz, sueña de un alma tambien, parecía que sentía lo mismo. Ambas almas planearon un encuentro estelar que culminó en los tres días mas maravillosos de sus 23 años. Cada latido que emitía el corazon, cada imagen que pasaba por su mente, cada sensacion extraña pero tranquilizante a la vez que sentia... lo relacionaba con él. Se habia convertido en el centro de su vida, en el ombligo de su mundo; se adueñó de sus pensamientos. Le sorprendió lo rápido que se habia convertido en dueño de toda su vida, de sus emociones, de sus sentimientos, de sus lágrimas, de su mente... pero sobre todo de su corazón. Sin avisar, cogió una vela, un encendedor y se lanzó al abismo. Abandonó su cuerpo y se metió en el de su dueño. Navegó hasta toparse con unas cortinas de seda rojiza y ahi lo avistó... latiendo con normalidad. Llamó a la puerta y ésta se abrió automáticamente, como si supiera de quien se trataba. Allí se deslizó mi alma, cerró la puerta con llave; prendió la vela y fundió la llave con la cual tendría acceso a la salida. Teniendo en cuenta que no quiere abandonar ese lugar nunca, no hacía falta llave ninguna. Ahora se ha convertido en la guardiana de la llama del amor, que protege día y noche ese fuego para que no se apague nunca mas.


Un pequeño break del viaje (siguiente post, segunda parte del viaje) pero necesitaba expresar y recordar lo que significa este sentimiento.
A quien va dedicada ya lo sabe él... y con eso, me es suficiente :) te voy a querer siempre, no te quepa duda ninguna.

Bruja.

martes, 3 de noviembre de 2009

El mejor viaje de mi vida (Parte 1)


Regresé. Despues de más de tres meses sin escribir, aca estoy. Pero, lo crean o no, necesitaba asimilar que ya no estaba allí. Que ya no saldría a la calle, mirando para todos lados como una niña perdida en una enorme y peligrosa ciudad; que ya no me tiraría en el amplio verde a mirar los aviones chiquitos volar a tan poca altura; que ya no me miraría nadie de manera extraña por tomar café con leche y hielo aunque estuvieramos en pleno invierno; que ya no me iba a despertar más en aquel hermoso lugar.


Las casas de colores, los niños jugando a la pelota, correteando por
todos lados, riendo; los espectáculos mañaneros en las terracitas,
en las calles, el acoso y derribo que suponía ir de compras pero que
es entrañable... Los maníes garrapiñados que estaban terriblemente buenos, los paseos por la noche en el puerto, con todo iluminado como si de una feria se tratase, las gruas de colores, el enorme puente de la mujer de noche y de día... maravilla visual.



Esa linda mañana que pasamos esperando el encuentro con el pendejo que nunca llegó (jajajaja) sentados en un banco, excepto vos... que estabas tumbado con tu cabeza sobre mis piernas, creo que llegaste a quedarte dormido. Hizo un día hermoso. Nosotras no haciamos mas que mirar al cielo, recostadas en el banco viendo pasar las horas, que francamente pasaban lentas.... cosa que agradecí y agradeceré eternamente.




Me salió genial, y vos podes decir lo que te venga en gana... pero bien que lo tomaron todos! Ahora me saben a menos por que obviamente... no es lo mismo (bue si... lo sigo tomando, es la adiccion que me creaste!) reventados acabamos ese día, aunque no fué el día que caminamos 40 cuadras para comprarme únicamente un bolso (tampoco andamos tanto) (?)






Como extraño ese pedacito de verde... ahí mirábamos como sobrevolaban los aviones de newberry bien bien bajitos, mientras "decidiamos" entre todos que haríamos despues de mirar como tarados los aviones ir y venir... Que lindos recuerdos.








Podría perfectamente haberme quedado mirando el cielo las horas que hubiera durado así, hasta que anocheciera... Una vista preciosa que solo he visto una vez en mi vida... y que fué en ese lugar. Y que no sé si volveré a ver...
Deliberando entre el zoo y el jardín japones, al final a la salida del jardín capté la mejor foto del día. La magia se escondía y revoloteaba por esas nubes teñidas de rosáceo...




Me quedé con las ganas de pasar a tomar un café a Tortoni, pero como andabamos de visita completamente turística... al menos llevarnos una foto de la entrada de ese gran café, que tanto a visto pasar por esa hermosa ciudad. Qué tan nostálgica me puede llegar a poner esa imagen... cuando hace apenas 3 meses no estaba viendo esta foto en una pantalla... sino que tocaba la placa con mis dedos.



Puedo decir, sin duda, que fue el mejor viaje de mi vida (con diferencia). Que aún no acaba aquí, y que habrá otra parte con la que seguiré en estos días. Esta noche me envolvió la nostalgia, y sentí la magia de Buenos Aires llamarme a gritos; y la necesidad de recordar aquellos nueve días que pasé en esa bella ciudad. Si hay algo que tengo que repetir en esta vida... es otro viaje a Buenos Aires.

Buenas noches.

Bruja.