
Comenzaba a anochecer en su alma. No tenia sábana con la que cubrir el frío que sentía. Se había negado a establecer una amistad con su corazón y éste había desistido de más intentos. La rodeaba un aura de soledad que la dejaba cada minuto que pasaba mas intranquila; no quería mas sufrimiento, no quería bañarse más en lágrimas; así que poco a poco se iba acercando a esa soledad que perjuraba ser su mejor amiga y aliada. Un día, después de un largo viaje, su alma retomó viejas costumbres, intentó sumergirse en amistades de verdad para alejarse un poco de esa soledad que la iba invadiendo cada vez mas y de la que no acababa de fiarse. Y entonces... voló. Se alzó hasta casi salir del propio cuerpo. Le llegó una onda vibratoria de una voz que la dejó prácticamente paralizada en lo mas alto. La provocación continua de las palabras de esa voz se convirtió en un reto para ella por saber quien estaba detrás de esa osadía. Y sin darse cuenta, su alma comenzó a sentir mas que curiosidad. A veces anhelaba esa voz que la emborrachaba de ternura. Conocía la existencia de una dueña de esa voz... eso llevó al alma a acorazarse una vez más, pero se negaba a volver a intimar con la soledad. Tampoco quería confiarse para sentirse rasgada luego, asi que tomó la prudencia de la mano y siguió para delante. Pasaban los días y cada vez extrañaba mas esa voz, esas conversaciones cortas (para ella) pero no para el reloj. Definitivamente regresó para charlar un rato con el corazón... y éste brillaba como la mismísima plata al sol. Se habían enamorado de lo mismo, por una vez se pusieron de acuerdo. Para su sorpresa, esa voz, sueña de un alma tambien, parecía que sentía lo mismo. Ambas almas planearon un encuentro estelar que culminó en los tres días mas maravillosos de sus 23 años. Cada latido que emitía el corazon, cada imagen que pasaba por su mente, cada sensacion extraña pero tranquilizante a la vez que sentia... lo relacionaba con él. Se habia convertido en el centro de su vida, en el ombligo de su mundo; se adueñó de sus pensamientos. Le sorprendió lo rápido que se habia convertido en dueño de toda su vida, de sus emociones, de sus sentimientos, de sus lágrimas, de su mente... pero sobre todo de su corazón. Sin avisar, cogió una vela, un encendedor y se lanzó al abismo. Abandonó su cuerpo y se metió en el de su dueño. Navegó hasta toparse con unas cortinas de seda rojiza y ahi lo avistó... latiendo con normalidad. Llamó a la puerta y ésta se abrió automáticamente, como si supiera de quien se trataba. Allí se deslizó mi alma, cerró la puerta con llave; prendió la vela y fundió la llave con la cual tendría acceso a la salida. Teniendo en cuenta que no quiere abandonar ese lugar nunca, no hacía falta llave ninguna. Ahora se ha convertido en la guardiana de la llama del amor, que protege día y noche ese fuego para que no se apague nunca mas.
Un pequeño break del viaje (siguiente post, segunda parte del viaje) pero necesitaba expresar y recordar lo que significa este sentimiento.
A quien va dedicada ya lo sabe él... y con eso, me es suficiente :) te voy a querer siempre, no te quepa duda ninguna.
Bruja.